jueves, 9 de junio de 2011

HISTORIA RECIENTE DEL OESTE


El camino que nos ha llevado a la actual situación de expansión hacia el oeste no es algo que se pueda explicar con cuatro frases. Los chupatintas del norte lo explican mucho mejor en sus libros de historia, por lo que se reproduce aquí un resumen de los acontecimientos de los últimos treinta años, las guerras y la marcha de colonos en busca de tierras y oro.

1846-1848: Guerra méxico-americana
El Presidente Polk defendía las pretensiones expansionistas de Texas sobre todo el territorio mexicano desde la orilla norte del Río Grande. Así, mandó al nuevo territorio al General Zachary Taylor al mando de 3500 soldados. Sin embargo, los planes de Polk eran más ambiciosos que la simple defensa de las nuevas fronteras.
En Abril de 1846 se produjo un enfrentamiento entre tropas mexicanas y tropas estadounidenses en territorio mexicano reclamado por Texas. El Presidente Polk declaró la guerra a México el 13 de Mayo.
Aunque las divisiones dentro del Congreso eran latentes, en el campo de batallas las cosas pintaban bien para las tropas estadounidenses. Hacia finales de 1846 las provincias norteñas de México habían sido conquistadas y estaban aseguradas.
No obstante, México se negaba a negociar, incluso cuando en 1847 los estadounidenses tomaron Veracruz tras un efectivo asalto anfibio comandado por el general Scott. Pero pese a que desde Veracruz hasta Ciudad de México hay menos de 300km, las tropas americanas necesitaron seis meses para conquistar la capital, debido a la enconada resistencia mexicana y al sistema de guerra de guerrillas que aplicaron. En su camino, los soldados estadounidenses cometieron multitud de atropellos contra los civiles mexicanos, como asesinatos, robos y violaciones.
En el Tratado Guadalupe-Hidalgo, firmado el 2 de Febrero de 1848, México se escindía a favor de Estados Unidos los territorios de la Alta California y Nuevo México, y reconocía la frontera con Texas en el Río Grande; A cambio, Estados Unidos compensaría a México con quince millones de dólares.
Irónicamente, en 1849 se descubrieron importantísimos yacimientos de oro en California, lo que dio lugar a la conocida fiebre del oro que tanta riqueza aportó a los Estados
Unidos.

Fiebre del oro: 1849
A principios de 1848, se difundió la noticia del descubrimiento de oro en los terrenos del oeste. Al año siguiente, en 1849, alrededor de 80.000 «buscafortunas», conocidos como forty-niners por causa del año, llegaron a la zona en busca del preciado metal. Entre ellos no sólo había estadounidenses, sino también mexicanos, españoles, chinos, ingleses y peruanos. Esto provocó en el lugar una mezcolanza de culturas que contribuyó de manera decisiva a la formación del Estado de California. Uno de los aspectos más atractivos para los mineros fue el ambiente de libertad que se respiraba. A pesar de las noticias que hablan de la obtención de fáciles riquezas, muy pocos son los que logran hacer fortuna con la minería y muchos se conforman con malvivir en las comunidades de las montañas.
La fiebre del oro abrió un horizonte desconocido para los habitantes del este del país. La escasez de tierras, las depresiones económicas y la necesidad de oportunidades animaron a muchos a emigrar al oeste. La presencia de los amerindios no inquietaba, pues muchos pensaban que no eran más que salvajes.
La mayoría de los pioneros emprendía una dura travesía, llena de contratiempos y expuesta a enfermedades como la del cólera, habitual en los emigrantes y que mató a muchos durante el camino. El medio más habitual de transporte eran las conocidas carretas y los trayectos se realizaban en caravanas, formadas en ocasiones por más de 1.000 personas.

1853: La compra de Gadsden
La expansión territorial de Estados Unidos sobre territorio mexicano no finalizó con la guerra, y debido a la posible construcción del ferrocarril transcontinental del Sur, trazada sobre territorio mexicano, forzó la diplomacia para la compra de Gadsden. El General Santa Anna, Presidente de México, llegó a este acuerdo con los americanos por miedo a posibles secesiones a favor de Estados Unidos de los Estados norteños mexicanos (como ya había ocurrido con Texas).
En los Estados Unidos, las aspiraciones sureñas eran frenadas por los políticos, comerciantes e industriales del Norte, más interesados en desarrollar económicamente el vasto territorio del que disponían, y más interesados en comerciar que en conquistar. Cuando las desavenencias, cristalizadas en torno al asunto de la esclavitud, fueron insalvables, se produjo la secesión.

1861-1864: La Guerra de Secesión
Por todos es bien conocido este episodio de la Historia de Estados Unidos. Entre Diciembre de 1860 y Febrero de 1861, siete Estados sureños (a los que posteriormente, una vez estallada la guerra, se añadirían otros cuatro) reclamaron su independencia y se separaron de los Estados Unidos, formando los Estados Confederados de América.
Las causas profundas de la guerra hay que buscarlas en las complejas cuestiones socioeconómicas y políticas que se derivan de dos modos de producción antagónicamente enfrentados en aquél tiempo. La Guerra de Secesión no se limitó únicamente al triunfo de la Unión sobre la Confederación y a la emancipación de los esclavos en el Sur, sino también, y sobre todo, al triunfo de la visión norteña sobre la sureña, visión industrial y comercial que aún domina buena parte de un amplio panorama estadounidense, sobre la visión rural y basada en la mano de obra esclava del sur.

1867: La compra de Alaska
Aunque dicho territorio fue reclamado tanto por españoles como por británicos, fueron los comerciantes de pieles rusos primero y los colonos más tarde (desde mediados del siglo XVIII) los que controlarían el territorio. Sin embargo, la colonización rusa del territorio fue endeble, y los asentamientos, debido al rigor del territorio y a la dureza del clima, se limitaban a pequeñas comunidades costeras. Si bien el territorio era formalmente ruso, debido a su tamaño y a sus extremos clima y geografía, en él no se llevó a cabo una auténtica colonización.
Además, ciertos pueblos nativos de la región se mostraron fuertemente hostiles frente a todos los colonos, llegando a producirse varios y violentos enfrentamientos a lo largo del tiempo.
Así, el Zar Alejandro segundo decidió vender el territorio. En Marzo de 1867 los contactos entre rusos y estadounidenses fueron retomados, y Rusia acordó la venta de Alaska a Estados Unidos por 7.200.000 dólares.

1870: El conflicto indio
Ya a finales del siglo XVIII, el congreso firmó más de 300 tratados y nombramientos de agentes para asuntos indígenas. Durante el siguiente siglo, comenzó la apropiación de los territorios al oeste de las montañas Apalaches, al tiempo que se redactaban disposiciones legales acerca de los nuevos territorios. En 1823 se creó la Oficina de asuntos indígenas. En 1830, se ordenó por ley que ninguna persona de piel blanca podía asentarse en esas tierras. Sin embargo, los problemas se dieron entre los mismos aborígenes al tener que convivir con los pueblos amerindios venidos del este.
En 1851 se firmó el primero de los tratados para asegurar el libre paso de las caravanas, así como el Gobierno se reunió para negociar con representantes de las naciones siux, cheyenne y otras. Las tribus se comprometieron a no hostigar el paso de las caravanas. A cambio reconoció a perpetuidad su derecho sobre esas tierras y se comprometió a dar compensaciones. Con el advenimiento de la guerra civil, el gobierno federal intentó adueñarse de los territorios del oeste, para lo cual envió al ejército. Esto provocó la persecución de los nativos y la apropiación desmesurada de sus tierras. Cuando el ejército se retiró, estas zonas fueron ocupadas por las milicias de voluntarios.
Estos hechos fueron el preludio de las llamadas «Guerras Indias», que han sucedido desde 1870. Las más importantes han sido las guerras contra los navajos y los apaches en Nuevo México y Arizona y contra los cheyennes y arapaho en Colorado. También ese están produciendo destacados conflictos como la guerra de Red Cloud en el territorio del río Powder, la resistencia de los modocs en California, la guerra del oro de las montañas sagradas de Black Hills, y otros muchos conflictos que salpican todo el territorio del oeste.

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